Las imágenes, en este sentido, han estado
siempre ligadas al desarrollo de la humanidad y a lo largo de la historia han
existido diferentes formas de grabar, de conservar, las imágenes que
consideramos más importantes a nivel personal, familiar o de la sociedad en su
conjunto.
Entre
los documentos visuales, la fotografía tiene varias particularidades dignas de
llamar la atención, ya que su realización no se encuentra restringida a
especialistas en el tema, como ocurre con la pintura y en menor medida con el
video, sino que casi cualquier persona en el mundo puede poseer una cámara
fotográfica y obtener con ella imágenes de un sin número de cosas, personas,
eventos o circunstancias.
Además,
con el uso intensivo de las tecnologías de la información, hoy en día es muy
sencillo obtener, difundir e intercambiar fotografías a través de internet y el
costo de las impresiones fotográficas es mucho menor que el de una pintura o un
video.
Ante
la proliferación de fotografías sobre todos los temas y en todos los contextos,
surge una primera interrogante, ¿una fotografía, por si misma, es una fuente de
investigación social? e inmediatamente después otra pregunta, en caso de que
una fotografía o una serie de fotografías tengan información importante para
las investigaciones, ¿cómo deben ser utilizadas?, responder a estas
interrogantes es de suma importancia, ya que, como veremos más adelante, parte
de la no utilización de fotografías con fines investigativos se debe al debate
sobre la subjetividad de las ciencias sociales y a la carencia de rigor
científico en la utilización de documentos fotográficos; sin embargo, existen
sucesos y fenómenos característicos de las sociedades de los siglos XIX y XX
que no pueden ser íntegramente explicados sin la utilización de fuentes visuales,
lo que refuerza su importancia y la necesidad de su utilización
La
fotografía, ¿fuente de investigación social?
Las
imágenes tienen largo tiempo de convivir con el ser humano. De acuerdo con las
diversas formas artesanales, artísticas y técnicas de crearlas, han tenido
diferentes significados y funciones según el período, la latitud y diversas
culturas que las han producido y han interactuado con ellas (Roca y Aguayo,
2005: 8).
La
fotografía es un claro ejemplo de esta interacción entre la sociedad y las
imágenes, los seres humanos tenemos la costumbre de fotografiar eventos,
personas y circunstancias que consideramos importantes, como las fiestas de
cumpleaños, los aniversarios de bodas, los viajes o los monumentos históricos
que visitamos.

Si
las imágenes son fundamentales para acceder a las visiones del mundo propias de
una época, es prioritario ubicarlas en una serie de contextos que van
relacionados con el que la encarga, el que la produce, dónde, cuándo y para
qué. Estudiarlas en la medida de lo posible como parte de series y analizar
siempre con sumo cuidado los detalles, así como no perder de vista sus
diferentes significados según el momento .
lpm
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